lunes, 4 de abril de 2016

TEMA 5.1.

MODELOS BÁSICOS Y PREVALENCIA DE SU UTILIZACIÓN  EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

Los modelos básicos de intervención están caracterizados por el tipo de orientación que ofrecen, en función del tipo de acciones que se realizan y la finalidad que persiguen con las mismas. Entre ellos hay grandes diferencias pero aún así se entienden que con complementarios a la hora d aplicarlos. Dentro de los modelos básicos se distinguen los siguientes

Modelo Clínico o de counseling.
 Este modelo se caracteriza por realizar intervenciones directas e individuales, por lo que propone al orientador como terapeuta. Se centra en el sujeto con carácter eminentemente terapéutico. Se basa en la relación orientador-orientado, como cliente o alumno, y se basa en la utilización de la entrevista personal y diagnostico como técnicas principales y única alternativa a la acción orientadora para así lograr las necesidades personales, educativo y socio-profesional del sujeto. De esta manera el orientador asume toda la responsabilidad pues es él quien dirige todo el proceso, por lo que cobra gran importancia las características personales y la preparación técnica del profesional de la orientación.

Entre las características más importantes del modelo destacan:
-  Se enmarca en el referente teórico de los enfoques clásicos de la orientación de rasgos y factores y el counseling no directivo.
-     Se centra en una relación de ayuda, terapéutica.
-     El objetivo que persigue es la satisfacción de necesidades personales y educativas.
-   Las técnicas por excelencia para la intervención individualizada son la entrevista y el diagnostico, aunque a esto subyace la comunicación interpersonal como estrategia base.

En cuanto a las fases del modelo son 4:
-     Solicitud de ayuda por parte del cliente.
-     Realización del diagnóstico.
-     En base al diagnóstico se lleva a cabo el tratamiento.
-     Seguimiento.

En este modelo el orientador tiene la máxima responsabilidad en el proceso, Isaacson (1985) especifica 3 áreas en las que el orientador debe estar preparado en profundidad:
-     Destrezas de escucha y comprensión hacia el cliente.
-     Conocimiento de la estructura del mundo ocupacional.
-   Ayuda al individuo para que se autoconozca y afronte responsablemente los procesos de toma de decisiones.

Dos aspectos son los básicos para entender el modelo clínico;
-          La relación personal de ayuda
-          La entrevista como la técnica fundamental

Ventajas
Inconvenientes
El tratamiento de problemas por especialistas que conocen bien la realidad, ya que es un agente interno que pertenece al centro educativo
Se muestra claramente ineficaz en su aplicación única para intervenir bajo los principios de prevención y desarrollo

Aparece desligado al proceso educativo

Es una acción remedial y puntual

No se dirige a todos los sujetos, si no a un sector muy especial

Deja al margen a otros agentes educativos (maestros, familias, etc)

No da cabida en su organización y contenido a las funciones asignadas a la orientación

Alvarez Rojo (1994) recoge varias críticas realizadas a este modelo:
1.  Las intervenciones de los servicios de orientación se han dirigido casi exclusivamente al alumnado y mayoritariamente al que presenta algún tipo de problema.
2.  Las intervenciones tienen un carácter reactivo frente a problemas ya presentes y se dan pocas intervenciones de tipo preventivo.
3.  Refleja la ausencia frecuente de una contextualización de los problemas y de las intervenciones, lo cual es debido a que los servicios no son parte de la institución, no participan de los objetivos de la misma y sólo actúan cuando son requeridos por el cliente, siendo su intervención puntual.

  Modelo de Programas.

Se trata de un modelo intervención grupal que se propone anticiparse a los problemas y su finalidad es la prevención de los mismos y el desarrollo integral de la persona. Por tanto, plantea la acción orientadora directa y grupal, y por ello el orientador como colaborador. Son muchos los autores que proponen la necesidad de intervenir por programas.
Alvarez Rojo (1994) se refiere al mismo como una alternativa al modelo clínico, a través del cual el orientador ejerce funciones distintas a las de diagnostico terapia, las cuales eran las únicas desempeñadas en el modelo mencionado.

Permite hacer efectivos dos principios de la intervención en orientación:
 Prevención o proactividad
-   Intervención social y educativa.

   En cuanto a las características y tendencias del modelo de programas según Bisquerra (1988) son:

-   
-     -  Tendencia  hacia los programas de tipo comprensivo, que incluyan las diversas áreas (carrera, aprendizaje, diversidad, prevención….) en un todo interrelacionado.
-     - Aparecen integrados en un programa más general del centro. (sistema de programas integrado)
-   - Para su puesta en marcha cuentan con personal docente y orientador, así como los recursos materiales del centro.
-   - Estos programas asumen además de la intervención individual y grupal, otros aspectos y actividades de tipo comunitario.
        -  Los recursos son cada vez más amplios y eficaces. ( ya sean tanto del centro como de la comunidad)
-       -  Dirigidos a alumnos y padres.
-     - Pueden surgir dificultades por falta de coordinación en la integración de elementos de la orientación en el currículum.
-       -  Cuenta con la colaboración de padres, paraprofesionales, empresarios, sindicatos, etc.
.



Características destacadas del trabajo por programas en un centro educativo según Montané y Martínez (1994):
- Total integración y colaboración del rol del orientador con la institución educativa.
- En cuanto a la planificación, se pretende conseguir objetivos de centro.
-  Los recursos lo componen el propio centro y su entorno.
- Constituyen procesos integrados en el currículum permiten y fomentan el trabajo en equipo y hacer que todos los componentes conozcan los contenidos de orientación.
-  Incluyen y estimula la evaluación formativa.
- Permite una intervención preventiva, grupal y proactiva.

    Las fases de la que consta la organización del modelo de programas varían en función de los distintos autores. A continuación se expondrá la propuesta estructurada en siete fases de Bisquerra (1998):


Análisis del contexto
Información sobre el contexto ambiental del centro (estructura y organización, dinámica de la enseñanza y aprendizaje, actitud hacia la orientación, etc)
Identificación de necesidades, competencias, potencialidades.
Las necesidades de evalúan mediante estrategias como entrevistas, análisis documentales, cuestionearios, etc. También se evalúan los déficits y recursos disponibles. En las competencias y potencionalidades se valora el entorno, el centro y los participantes.
Formulación de objetivos
Se formula en función de las necesidades y deben estar claramente expresados o bien operativamente.
Planificación del programa
Seleccionar, organizar y secuenciar los servicios y actividades encaminadas a lograr los objetivos.
Ejecución del programa
Puesta en marcha mediante estrategias (reuniones, entrevistas, visitas, discusión, etc)
Evaluación del programa

Costes del programa
Personas y material
      Ventajas e inconvenientes del modelo de programas (Hernando, Martín y Montilla, 2009).


Ventajas
Dificultades
Consigue que todos los agentes se impliquen en un proceso colectivo
Falta de hábito de trabajo desde esta perpectiva
Permite que el orientador pueda desarrollar sus funciones globales
Preparación, disponibilidad y voluntad d los implicados
Facilita la autoorientación de los alumnos
Recursos humanos suficientes para desarrollar el programa con la extensión y condicionamientos que se requieren
Abre el centro a la comunidad
Estructura organizativa que permite tal funcionamiento, es un modelo cuyos objetivos han de esperarse y evaluarse a medio y/o largo plazo
Mejora y rentabiliza los recursos

Fomenta la colaboración y relación interpersonal

Permite convertir al orientador en un educador más, y no simplemente en un clínico


     Para concluir destacar que este tipo de intervención trata de una secuencia de actividades planificadas, que partiendo de un análisis de necesidades en un contexto determinado, persigue unos objetivos, plantea y realiza unas actividades, de acuerdo con una temporalización, comprometiendo a unos responsables de llevarla a cabo que tendrán que buscar una serie de materiales y recursos, terminando la secuencia con una evaluación de la misma.
     
         Modelo de consulta.

    Sus orígenes se remontan al modelo clínico. A través de este modelo se llevan a cabo intervenciones indirectas, lo cual es la diferencia fundamental con el modelo clínico, ya que lo que se propone es asesorar a mediadores para que sean ellos los que lleven a término programas de orientación.
   La relación que se establece es triádica, pues se constituye una relación entre consultor-consultante y consultante-interesado. De esta manera el consultante actúa como mediador y realiza una intervención directa, mientras que el consultor presta su ayuda de forma indirecta.

       De esta manera se pretende aumentar la competencia y desarrollo de habilidades de los profesores en el ejercicio de la acción tutorial alumnos. Así los profesores, a su vez, orientan posteriormente al alumno o grupo de alumnos con los que interactúa.

       Según Caplan (1970) para que se concrete dicha relación se sigue un proceso que integra cuatro fases:
- Información y clarificación del programa.
- Diseño de un plan de acción.
- Ejecución de las actividades previstas en dicho plan y evaluación del mismo.
- Aportar sugerencias al consultante.

       Metas de básicas de la consulta:
- Aumentar la competencia del consultante en sus relaciones con un cliente. El cliente puede ser una persona, un grupo o una organización.
- Desarrollar las habilidades del consultante para que en un futuro sea capaz de resolver problemas parecidos por sí mismo.

       Hay dos conceptos que aparecen ligados a este modelo: “consulta colaborativa”, que hace referencia a la relación de igualdad, y el “contexto de la colaboración” que permite establecer la relación de consulta contextualizada.

       En definitiva, bajo este modelo el orientador se convierte en el dinamizador de la acción ya que facilita las competencias adecuadas para que las funciones se desarrollen de forma compartida. No debe intervenir directamente con el alumno, padres y profesores y no sólo eso, sino que se convierte efectivamente en asesor, consultor y formador sin abandonar otras acciones.

Fases del modelo propuesta por Gutkin y Curtis (1982):
- Definición y clarificación del problema.
- Análisis de las fuerzas que afectan al problema.
- Posibilidad de estrategias y alternativas.
- Evaluación de las posibilidades anteriores.
- Especificar las responsabilidades de consultante y consultor.
- Ejecutar la alternativa elegida.
- Evaluar la efectividad de la elección y modificarlo, si es preciso.

Dentro del modelo de consulta, nos encontramos otros modelos que asumen distintos enfoques y estrategias de intervención:
- Enfoques de salud mental.
- Enfoques conductuales.
- Enfoques de desarrollo de la organización.
- Enfoques psicoeducativos.

Para terminar, decir que este modelo se acerca a la concepción constructivista de los procesos de enseñanza-aprendizaje y permite  intervenir desde los tres principios básicos de la orientación: prevención,  desarrollo e intervención social, además de favorecer la función de agente de cambio que se le reconoce al orientador. Por tanto, es un modelo idóneo para desarrollar adecuadamente la orientación y estimular que ésta es un proceso compartido por todos los agentes educativos (Hernando,Martín y Montilla, 2009). 

Prevalencia de los modelos básicos en los centros educativos.


En cuanto a la prevalencia de los modelos anteriormente descritos en los centros educativos, el Modelo Clínico o de Counseling tendría la menor prevalencia de utilización, puesto que se trata de un modelo que prioriza la acción individual y directa, establece una relación  terapéutica entre el alumno y el orientador. Esta cuestión creo que puede ser favorable para situaciones en las que el alumno necesita una intervención directa para la solución de algún problema, pero no deja de ser insuficiente ya que si algún alumno tiene problemas en el centro  educativo se haría necesaria la participación e intervención con los demás sectores de esta comunidad, como por ejemplo los compañeros, maestros, dirección, familia, etc.

Por otro lado, el Modelo de Programas tendría una prevalencia intermedia, pues se trata de un modelo muy completo en el que se fomenta la prevención, el desarrollo social y la intervención social, a la vez que proporcionar un carácter formativo, social y laboral a la orientación. Para conseguir estos objetivos se analizan las necesidades del centro educativo para posteriormente planificar una serie de actividades y realizarlas, en un tiempo determinado. Para ello se hace necesario una serie de materiales y recursos. Todo ello resulta un trabajo largo en el que se necesita la implicación de todos la comunidad educativa, aparte de recursos materiales y humanos para que se desarrolle el programa con éxito, lo cual considero que puede ser un poco difícil coordinar todo y que los resultados no sean inmediatos puede llevar a la desmotivación del personal. Además creo que también se hace necesario, a veces, intervenciones individuales dependiendo de las circunstancias que presenten los alumnos.

Por último, el Modelo de Consulta tendría una mayor prevalencia sobre los demás. Ya que realiza intervenciones indirectas para fomentar e implicar a otros profesionales en la orientación como son los padres, tutores, maestros, etc; puesto que ellos son lo que más contacto directo mantiene con los alumnos, actuando así el orientador como asesor con estos intermediarios y dotándoles de estrategias necesarias. Además pienso que los alumnos para comunicar cualquier tipo de problema les puede resultar más fácil y cómodo dirigirse a estos mediadores ya que, en general, debido a ese continuo contacto, se mantiene un clima de confianza. Este modelo también se basa en los principios de prevención, desarrollo e intervención social, lo cual creo que es muy importante en un centro educativo que se desarrollen estas 3 acciones, sobre todo la prevención ya que ello evitará en un futuro que se de ciertos problemas o aminorarlos.



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